¿Necesito un abogado para representarme en la corte?
Aunque es posible que un/a abogado/a no sea absolutamente necesario, tener a un/a abogado/a con conocimiento práctico que luchará por usted en la corte puede cambiar la experiencia legal entera para usted. Puede ser intimidatorio hablar ante un/a juez/a o saber cuáles son sus derechos legales en el proceso legal si usted representa a sí mismo/a.
Usualmente, alguien que quiere presentar un caso en la corte puede conseguir los formularios necesarios en el juzgado o en línea en el sitio de web del tribunal del estado. Para órdenes de protección civiles, frecuentemente, los formularios han sido diseñados para personas sin abogado/a y pueden ser bastante fáciles de entender. Sin embargo, en casos más complicados, como el divorcio, llenar los formularios correctamente y saber qué escribir en los formularios para tratar de conseguir el mejor resultado puede ser difícil si alguien lo hace solo/a. También, después de que el caso haya empezado, la otra parte involucrada puede presentar papeles legales (mociones) a los que hay que responder utilizando un formato legal específico, algo que puede ser difícil sin abogado/a.
Un/a abogado/a puede ser especialmente importante si la otra parte tiene abogado/a y/o el caso no puede ser resuelto y el/la juez va a convocar una audiencia o un juicio. Hay “reglas de evidencia” complicadas que dictan qué tipos de declaraciones, documentos, u otra evidencia se puede admitir (ser aceptados por un juez) en la corte, algo que un/a abogado/a sabría.
¿Cómo encuentro a un abogado?
Si usted no puede pagar un/a abogado/a, es posible que usted pueda conseguir asistencia legal gratuita de una organización legal sin fines de lucro en su área. Tenemos enlaces para asistencia legal en cada estado en nuestra página de Encontrando a un Abogado. Sin embargo, con mucha frecuencia, hay más demanda que abogado/as y es posible que haya listas de espera o que se niegue a aceptar su caso. Si eso ocurre, puede que usted quiera preguntarle al programa de asistencia legal si le puede recomendar otros programas en su condado a quienes usted puede llamar, o si, por lo menos, usted puede conseguir una consulta gratuita con un abogado o consejos de un abogado durante su caso, si usted tiene que representarse a sí mismo/a en la corte.
Si usted tiene los recursos para pagar un/a abogado/a, o si no puede conseguir ayuda legal gratuita y se siente como si su única opción es encontrar una manera de pagar a un/a abogado/a privado, es probable que la asociación de la barra de su estado tenga un programa con el que puede recomendarle a usted un abogado en su área. Frecuentemente, la consulta inicial de media hora costará entre $25 y $50 y entonces usted puede decidir si quiere contratar a el/la abogado/a o no para representarla. Usted puede encontrar un enlace para el servicio de recomendaciones legales de la asociación de la barra de su estado en nuestra página de Encontrando a un Abogado. También es posible que usted pueda conseguir una recomendación para un/a abogado/a que conozca los asuntos de la violencia doméstica si usted llama a su programa local de violencia doméstica o a su coalición estatal contra la violencia doméstica – vea nuestra página de Intercesoras y Albergues.
Para una lista de preguntas sugeridas para hacerle a un/a abogado/a a quien usted está considerando contratar para representarle, vea ¿Cómo escojo el abogado apropiado? ¿Qué preguntas debo hacerle?
¿Cómo escojo al abogado apropiado? ¿Qué preguntas le hago?
Escoger a el/la abogado/a apropiado/a para representarle puede ser crucial para su caso. Antes de decidir si usted quiere retener (contratar) a el/la abogado/a, usted debe entrevistar a el/la abogado/a para ver si usted piensa que es capacitado/a, de la misma manera que entrevistaría a cualquier persona a quien contrataría para hacer un trabajo. (Sin embargo, es posible que entrevistar y escoger a un/a abogado/a no sea una opción si le asigna a usted un/a abogado/a de una organización de servicios legales gratuitos o si el/la juez/a le asigna un/a abogado/a.) Aquí hay algunas preguntas que le pueden ser útiles como guía en su reunión inicial con un/a abogado/a:
- ¿Hace cuánto tiempo que usted ejerce la abogacía? ¿Con qué tipos de casos trata usted típicamente? ¿Cuántos de esos casos ha llevado usted al juicio?
- ¿Con cuántos casos que incluyen víctimas de la violencia doméstica (o la custodia, el divorcio, etc.) ha tratado usted? En su opinión, ¿cómo se debe introducir la violencia doméstica en la corte en un caso como el mío (por ejemplo, ¿es importante? ¿es relevante? etc.)?
- Esto es lo que me gustaría realizar con mi caso (explica sus metas) – ¿Piensa usted que es un resultado realista o no?
- ¿Me puede explicar qué leyes relevantes aplicarán a mi caso? ¿Qué considerará un/a juez/a al tomar una decisión?
- ¿Qué tipo de comunicación espera usted que vayamos a tener durante el caso? Si le mando a usted un correo electrónico, ¿cuánto tiempo tardará usted en contestar usualmente? Si lo llamo a usted, ¿cuándo me devolverá la llamada?
También es importante entender todos los honorarios que usted tendrá que pagar y qué cubren esos honorarios. La mayoría de los/las abogados/as pide un pago anticipado de suma global, conocido como “retainer.” Frecuentemente esto cubre la tasa por hora por el número estimado de horas que el/la abogado/a cree que pasará en su caso. A continuación hay una lista de preguntas sugeridas que usted puede hacerle a un/a abogado/a para entender mejor los costos totales, muchas de los cuales vienen de la Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica:
- ¿Cuáles son sus honorarios? ¿Qué trabajo cubren estos honorarios? ¿Es esto una tasa por hora o un honorario fijo por el caso entero?
- ¿Hay cargos adicionales por cada día que usted aparece en la corte?
- ¿Pide usted un pago anticipado de honorarios? ¿Cuánto? ¿Qué cubre? ¿Me devuelve todos o parte de los honorarios si se cancela mi caso o no toma mucho tiempo? (Los/las abogados/as deben estar dispuestos a devolver cualquier parte de los honorarios no gastados; asegúrese de que el acuerdo indique claramente que le devolverá a usted cualquier dinero de honorarios no gastado.)
- ¿Hay otros gastos que posiblemente tendré que pagar, como honorarios por presentar, enviar por correo o hacer copias. ¿Cuáles son y cuánto serán, probablemente? ¿Me cobrará usted si hablamos por teléfono o si nos mandamos correos electrónicos?
- ¿Será usted la única persona que trabaja con mi caso? Si no, ¿qué harán las otras personas? ¿Cómo me cobrará por su trabajo? ¿Me cobrará por hablar con su secretaria y/o recepcionista?
- ¿Hay maneras en que puedo ayudarle a usted para limitar mis gastos?
- ¿Me enviará usted una copia de las cartas, los documentos y los papeles de la corte que usted presenta o recibe en cuanto a mi caso?
- ¿Cobra usted más si el caso se hace más complicado o si tenemos que volver a la corte varias veces?
- ¿Exigirá que yo pague todo lo que le debo antes de ir a la corte conmigo o de terminar mi caso? (Muchos abogados lo hacen. Es posible que también se nieguen a devolverle a usted sus papeles originales o copias de su archivo, y en algunos estados, esto puede ser legal. Entonces, usted debe insistir en que consiga una copia de cualquier papel presentado a la corte, dado a, o recibido de, otra parte, o cualquier otro papel relevante a su caso cuando se presenta o se recibe ese papel. Asegúrese de guardar todos en un lugar seguro, en caso de que los necesite.)
- ¿Está usted dispuesto/a a crear un plan de pagos conmigo? ¿Hay veces en que usted cambia sus honorarios según una escala móvil para personas que no pueden pagar sus honorarios normales?
- ¿Pondrá usted por escrito nuestro acuerdo sobre los honorarios y el trabajo que usted hará?
- ¿Recibiré una factura mensual por servicios prestados y la cantidad de dinero debido/usado por ese período?
Nota: En algunos estados, la ley permite que el/la juez/a mande que el/la esposo/a con mayores ingresos pague los honorarios de el/la esposo/a de menores ingresos. Si hay una gran diferencia en el nivel de ingresos entre usted y su esposo/a, pídale a el/la abogado/a si esto es posible bajo las leyes de su estado y asegúrese de que el/la abogado esté dispuesto/a a pedirle a el/a juez/a que lo haga. Es posible que algunos/as abogados/as no quieran pedirle esto a el/la juez/a porque puede significar que el/la abogado/a tenga que esperar hasta que termine el caso para ser pagado.
¿Qué ocurre si no puedo conseguir un abogado? ¿Cómo represento a mí misma?
Si usted no puede conseguir un/a abogado/a, es posible que tenga que representarse a sí mismo/a en la corte, algo conocido como ser “litigante pro se.” (“Pro se” es un término latino que significa “por sí mismo/a.”) Muchos juzgados tienen una oficina dentro de la corte que ayuda a los litigantes que representan a sí mismos/as a llenar los formularios o al proporcionarles consejos breves - pídale al secretario del juzgado si hay ayuda disponible para litigantes pro se en el juzgado. Las defensoras de las organizaciones locales de violencia doméstica también pueden poder ayudarle a llenar los formularios o pueden acompañarla a la corte para apoyarle si usted es víctima del abuso. Vaya a nuestra página de Intercesoras y Albergues para encontrar una organización cerca de usted. Para sugerencias sobre representarse a sí mismo/a en la corte en un caso de una orden de protección o de custodia, vaya a nuestra página de Preparando su Caso.