¿Cuáles son las “causales típicas para apelar” que los jueces considerarán?
Aunque puede variar según el estado o el tipo de caso que usted esté apelando, normalmente los causales para una apelación son como siguen:
El/la juez/a cometió un error de derecho
Un “error de derecho” generalmente significa que el/la juez/a de su caso le aplicó la regla o “norma legal” incorrecta a los hechos de su caso. Esto puede suceder si una corte de primera instancia no siguió la ley o jurisprudencia de su estado que se supone le aplique a las circunstancias de su caso. Por ejemplo, en casos de custodia, un/a juez/a debe determinar lo que está en el mejor interés de el/la menor. La mayoría de los estados tienen leyes que establecen ciertos factores que deben considerarse, usualmente llamados “factores del mejor interés”. Si uno de esos factores es el que un/a padre/madre haya cometido o no violencia doméstica pero el/la juez/a del caso ignora la evidencia de violencia doméstica al tomar la decisión de custodia, es posible que usted tenga una causal para apelar basándose en un error de derecho.
Un error de derecho es el tipo de causal más sólido para hacer una apelación ya que la corte de apelaciones que esté evaluando el caso no le tiene que dar peso alguno a lo que el/la juez/a de la corte de primera instancia hizo. La corte de apelaciones analizará la ley que se suponía fuera aplicada y decidirá si el/la juez/a de la corte de primera instancia cometió o no un error.
El/la juez/a cometió un error sobre los hechos
Generalmente, la decisión de un/a juez/a de la corte de primera instancia debe estar basada en los hechos que sean probados en el juicio. En la mayoría de los casos de violencia doméstica y derecho familiar, no hay un jurado y el/la juez/a actúa como la persona encargada de descubrir qué sucedió. Como investigador/a de los hechos, el/la juez/a debe considerar la evidencia y decidir si cierto hecho ha sido probado o no. Debido a que el/la juez/a de primera instancia tiene la oportunidad de observar la evidencia directamente a través del testimonio de testigos y documentos, fotos, etc., la mayoría de las cortes de apelación casi nunca cuestionará las conclusiones de hechos de un/a juez/a. Por lo tanto, el error de hecho de un/a juez/a de primera instancia es lo más difícil de probar en una apelación. Las cortes de apelación generalmente no anularán una conclusión de hechos a menos que claramente esté incorrecta (“errónea”) y el expediente no deje duda alguna de que el/la juez/a se equivocó.
El/la juez/a “abusó de su discreción”
Un/a juez/a de primera instancia tiene una gran cantidad de poder para tomar decisiones en un caso, con la excepción de decisiones que sean estrictamente de aplicar la ley. Ejemplos de este amplio poder, conocido como “discreción judicial”, incluyen la evidencia que se va a admitir durante el juicio, si dar una moción o petición hecha por una de las partes, y si dar una orden de protección o aprobar un acuerdo propuesto. Las cortes de apelación respetan el poder discrecional de los/as jueces/zas de la corte de primera instancia porque reconocen que los/as jueces/zas de primera instancia están en la mejor posición para tomar estas decisiones. En general, una corte de apelaciones estará de acuerdo con las decisiones de el/la juez/a de la corte de primera instancia que estén dentro de la discreción de el/la juez/a.
La mayoría de los errores caerán en esta categoría de discreción judicial y son muy difíciles de ganar en una apelación, aunque no tan difícil como en el caso de error de hechos. Si un/a juez/a comete un error usando esta discreción, no será un causal suficiente para una apelación a menos que usted pueda demostrar que el/la juez/a “abusó” de esta discreción. En los casos de “abuso de discreción”, el error es obvio porque, por ejemplo, la evidencia admitida en el juicio claramente no apoya la decisión de el/la juez/a o la decisión de el/la juez/a fue totalmente irrazonable. Por ejemplo, digamos que en un caso de custodia, cuando se evalúan los factores requeridos para determinar qué está en el mejor interés de el/la menor, el/la juez/a le da mucho peso al hecho de que la casa de la otra parte tiene un dormitorio más que el suyo, pero le da muy poco peso al hecho de que la otra parte ha cometido violencia doméstica y tiene un problema de abuso de sustancias.